Dr. Ezquerra. Cirugia Plastica. Santander
 
 
Envejecimiento facial
 
A medida que envejecemos, los efectos de la gravedad, la exposición al sol y el estrés de la vida diaria se notan en nuestras caras. Se forman surcos profundos entre la nariz y la boca; las mejillas caen; aparecen alrededor del cuello grasa y arrugas. Un lifting cervicofacial no puede detener este proceso; sin embargo, lo que sí puede hacer es parar el reloj, mejorando los signos más visibles del envejecimiento, tensando los músculos de la cara, eliminando el exceso de grasa y redistribuyendo la piel de la cara y el cuello. El lifting puede realizarse aislado o asociado con otros procedimientos como la blefaroplastia o la rinoplastia. El lifting frontal corrige la caída de las cejas y las arrugas de la frente y de las cejas.
Si usted esta considerando la posibilidad de someterse a un lifting, obtendrá información básica acerca de la cirugía, cuándo está indicada, cómo se realiza y qué resultados se pueden esperar. Sin embargo, es imposible que todas sus preguntas queden contestadas, puesto que en gran parte dependen de factores personales, para lo cual es imprescindible una valoración directa.
 
¿Quién es el candidato ideal para someterse a un lifting?
 
Los candidatos ideales para someterse a un lifting son aquellas mujeres u hombres cuya cara y cuello comienzan a "caerse", pero cuya piel conserva todavía cierta elasticidad. La mayoría de los pacientes tienen entre 40 y 60 años, pero también puede realizarse con éxito entre los 70 y 80 años. Un lifting puede hacer que parezca más joven y que aumente la confianza en sí mismo, pero no le proporcionará un aspecto completamente distinto, ni puede restablecer su salud o vitalidad
 
La cirugía
El lifting se realiza siempre en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, se permanece en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente.
El lifting puede realizarse bajo anestesia local más sedación, o con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía y de las preferencias de su cirujano. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y la cara está insensible al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación.
 
¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?
Cuando el lifting es realizado por un cirujano plástico cualificado las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo cada persona tiene una anatomía específica, unas reacciones físicas y unas capacidades de curación distintas, y por tanto los resultados no son absolutamente predecibles. Puede presentarse alguna complicación, como los hematomas, la lesión, casi siempre temporal, de los nervios que controlan los músculos faciales, la infección y las reacciones a la anestesia. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de su cirujano plástico, tanto antes como después de la cirugía.
 
Los resultados
Los resultados son muy satisfactorios y se sentirá feliz, siempre y cuando comprenda que el resultado no es inmediato. Incluso después de que el hinchazón y los moratones desaparezcan, el pelo alrededor de las sienes puede ser fino y la piel estar algo seca y áspera durante unas semanas. Las cicatrices del lifting quedarán disimuladas tras el pelo y en los pliegues naturales de la cara; en cualquier caso irán disminuyendo con el tiempo haciéndose poco visibles.
Un lifting no detiene el reloj; su cara seguirá envejeciendo a medida que pase el tiempo. Sin embargo, los resultados son duraderos; tras varios años seguirá pareciendo más joven.
Un lifting cervicofacial suele durar varias horas, o más cuando se asocia a otras intervenciones. La colocación exacta de las incisiones y los pasos de la cirugía varía mucho según las estructuras de su cara y la técnica preferida por su cirujano plástico. Las incisiones comienzan generalmente a nivel de las sienes, disimuladas en el pelo, se extienden por una línea natural que pasa justo delante de las orejas y continúa detrás del lóbulo de las orejas hacia la parte posterior del cuero cabelludo. Si es preciso trabajar sobre el cuello, se puede hacer una pequeña incisión detrás de la barbilla. Generalmente se separa la piel de la grasa y los músculos subyacentes. La grasa puede ser extirpada o liposuccionada alrededor del cuello y la barbilla para mejorar el contorno de la cara. Después se tensan los músculos subyacentes y , por último, la piel, extirpándose la que sobra. Tras la cirugía, se puede colocar, durante unos días, un pequeño tubo detrás de las orejas para drenar cualquier líquido que se pudiese acumular. También se suele colocar un vendaje ligero.
En el lifting frontal la incisión se coloca en la frente, disimulada detrás del pelo, o en determinados casos, en el límite entre el pelo y la frente. La piel de esta zona se separa de las estructuras subyacentes, resecando los músculos responsables de las arrugas y el exceso de piel.
 
Cirugía del rejuvenecimiento facial: resumen
El estiramiento facial o "lifting" es un procedimiento destinado a tensar la piel facial y cervical con objeto de reducir los pliegues o arrugas. La estructura ósea de la cara, la musculatura y la textura cutánea sufren un proceso involutivo con el paso de los años. Además hay unos factores hereditarios, hábitos alimentarios, situaciones de estrés, exposición prolongada al sol, etc., que modifican sustancialmente los signos de envejecimiento facial.
La ritidectomía habitualmente trata la piel del cuello y las mejillas, pero en ocasiones, se corrigen también las arrugas de la frente y el descenso de las cejas. La cirugía de los párpados, con bastante frecuencia, se realiza junto con la ritidectomía.
La operación se puede realizar con anestesia general o anestesia local y sedación, dependiendo de cada caso particular (cirugía más o menos amplia, deseos personales del paciente, etc.).
 
Las incisiones de esta operación se realizan en el cuero cabelludo en las regiones frontal y temporal, rodean las orejas y terminan en la zona próxima a la nuca. A través de estas incisiones el cirujano realiza un despegamiento más o menos amplio de la piel, al objeto de poder obtener un tensado de la misma. Mediante el mismo abordaje, el cirujano puede reducir acúmulos grasos o tensar músculos que han quedado fláccidos, proporcionando a la cara un aspecto más firme.
 
Después de la intervención, que suele durar entre 2 y 4 horas, en función de la amplitud de la misma y de si se hace algún tratamiento de los párpados, liposucción, etc., se colocan unos drenajes para disminuir la posibilidad de hematomas y reducir la inflamación.
 
En el postoperatorio se observará un grado variable de hinchazón de la cara y el cuello, equimosis o cardenales y sensación de tirantez y acorchamiento. Estas molestias son pasajeras y ceden espontáneamente o con analgésicos.
La mayor parte de las cicatrices quedan ocultas en el cuero cabelludo por encima de la sien y hacia la nuca. Solamente en una zona alrededor de la oreja y en las primeras semanas tras la cirugía, pueden notarse algo las cicatrices, que, por otra parte, pueden ocultarse fácilmente con el peinado.
 
A los 5-6 días se comienza a quitar los puntos de sutura, proceso que se termina de realizar a los 8-10 días. Habitualmente, en la tercera semana postoperatoria se puede realizar una vida prácticamente normal, incorporándose incluso a su tarea profesional.
 
Las intervenciones de estiramiento facial no sólo logran un rejuvenecimiento notable sino que, además, la edad aparente sigue retrasada durante mucho tiempo en relación a la edad cronológica. Si con el paso de los años volviesen a aparecer arrugas y pliegues, la operación podría volver a realizarse.
Las posibles complicaciones de la ritidectomía son escasas y, en la mayoría de los casos, transitorias: hematomas, defectos de cicatrización, alteración de la movilidad de la ceja o de los labios, etc. Sólo en raras ocasiones es necesario realizar pequeñas operaciones complementarias para tratar estas complicaciones en el período postoperatorio inmediato o tardío.