Dr. Ezquerra. Cirugia Plastica. Santander
 
 
Cirugía de los párpados
La cirugía de los párpados, técnicamente conocida como blefaroplastia, es un procedimiento para extraer la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados superiores e inferiores. La blefaroplastia puede corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, características que hacen que parezcamos mayores y más cansados de lo que somos y que, en algunos casos, pueden interferir con la visión. Sin embargo, la blefaroplastia no elimina las "patas de gallo" u otras arrugas ni la caída de las cejas. Puede realizarse de manera aislada o junto a otras cirugías estéticas de la cara, como el lifting cervicofacial o el lifting frontal.
Si usted esta considerando la posibilidad de someterse a una blefaroplastia, obtendrá información básica acerca de la cirugía, cuándo está indicada, cómo se realiza y qué resultados se pueden esperar. Sin embargo, es imposible que todas sus preguntas queden contestadas, puesto que en gran parte dependen de factores personales, para lo cual es imprescindible una valoración directa.
 
¿Quién es el candidato ideal para someterse a una blefaroplastia?
Los candidatos ideales para someterse a una blefaroplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia. Si usted posee un estado general de salud bueno, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Generalmente los pacientes tienen 35 años ó más, pero en algunos casos con tendencia familiar a tener bolsas, los pacientes son más jóvenes. La blefaroplastia mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una blefaroplastia piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
 
Existen algunas condiciones médicas que pueden hacer que existan más riegos al realizarse una blefaroplastia, como son los problemas de tiroides, la falta de lágrimas suficientes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. El glaucoma y el desprendimiento de retina también pueden suponer un riesgo; en determinados casos, puede ser necesaria una revisión oftalmológica previa a la blefaroplastia.
 
La cirugía
La blefaroplastia se realiza en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, no es necesario permanecer en la clínica más que unas horas tras la cirugía.
Suele realizarse bajo anestesia local más sedación, o menos frecuentemente, bajo anestesia general, dependiendo de las preferencias de su cirujano. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y los párpados están insensibles al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación.
La intervención suele durar entre una y 3 horas, o más cuando se asocia a otras intervenciones. Si se van a realizar los cuatro párpados, generalmente se empieza por los superiores. La mayoría de las veces las incisiones se colocan en las líneas naturales de los párpados superiores y justo debajo de las pestañas en los inferiores; en algunos casos pueden extenderse hacia las patas de gallo. A través de estas incisiones se separa la piel de la grasa y músculo subyacentes, extirpando el exceso de grasa y, en ocasiones, el exceso de piel y músculo. Las incisiones se cierran con suturas muy finas.
 
La vuelta a la normalidad
Tras la cirugía, se le aplicará una pomada en los ojos para lubrificarlos, y en algunos casos, un vendaje suave. Puede tener molestias sobre los párpados; si las hubiese, se alivian fácilmente con la medicación prescrita por su cirujano (si presentase dolor severo o persistente debe comunicárselo a su cirujano). Deberá mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía y aplicarse compresas frías las primeras 24h, para disminuir la inflamación y los hematomas. Se le enseñará como lavarse los ojos y se le indicará si debe aplicarse colirios oftálmicos para mantener los ojos hidratados. Durante las primeras semanas puede notar lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz y cambios temporales en la agudeza visual, como visión borrosa o doble. Durante las dos primeras semanas su cirujano plástico seguirá con detalle su evolución. Los puntos se retiran entre los 2 días y la semana. El edema y los hematomas disminuirán gradualmente hasta desaparecer por completo, y comenzará a verse y sentirse mucho mejor.
La mayoría de los pacientes que se someten a una blefaroplastia comienzan a leer o a ver la televisión en 2 ó 3 días. Sin embargo, no podrá ponerse lentillas, si las lleva, hasta las 2 semanas, y aún así podrá sentirse incómodo durante un tiempo. Se suele volver al trabajo o una semana o 10 días; por entonces, podrá aplicarse maquillaje para disimular los hematomas. Puede ser preciso llevar gafas de sol durante unas semanas y aplicarse filtro solar en los párpados. Debe mantener un reposo relativo durante 3 a 5 días y evitar actividades fuertes 3 semanas.
 
¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?
Cuando este procedimiento es realizado por un cirujano plástico cualificado las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo, siempre existen posibilidades de complicaciones, como la infección o las reacciones anestésicas. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de su cirujano plástico, tanto antes como después de la cirugía. Las complicaciones menores que pueden aparecer tras una blefaroplastia incluyen la visión doble o borrosa durante unos días, edema temporal de los párpados y asimetrías leves en la cicatrización. Tras la cirugía puede aparecer dificultad para cerrar completamente los párpados durante el sueño durante unos días.
 
Los resultados
Las cicatrices pueden tener un aspecto rosado durante los primeros meses. Progresivamente irán desapareciendo hasta convertirse en un línea clara casi invisible. Los resultados de la blefaroplastia, un aspecto más joven y despierto, se mantienen años; en muchos casos, los resultados son permanentes.